Los 5 miedos más comunes al dejar la investigación

Desde que hace algo más de año y medio decidí dejar la investigación y pasarme a la empresa privada, muchos excompañeros de laboratorio me han preguntado lo mismo cuando se han planteado dejarlo y lo más curioso es que esos miedos y preguntas las oigo en cada uno de ellos, independientemente del tiempo que lleven en investigación o el país de procedencia.

Es normal sentir miedo al decidir dejar la investigación, al fin y al cabo, nos hemos preparado durante toda nuestra vida adulta para ello. Investigar es una carrera de fondo puramente vocacional, mal pagada y con mucha inestabilidad que al final rendiría sus frutos con una plaza o puesto de investigador principal en alguna universidad o centro de investigación.

¿Verdad? Pues esta es la mentira más grande que me han contado en los 10 años que pasé investigando por Europa.

Una cuestión de números

No, no hay un puesto esperándote al final de la carrera, ni con uno, ni con dos, ni con 20 estancias postdoctorales que hagas en tu vida de investigador. No lo hay porque el sistema está descompensado.



La diferencia entre el número de becas de doctorado y postdoctorales en España es abismal. Por cada 10.000 personas que se doctoran cada año, menos de 500 consiguen una beca postdoctoral para volver a España a investigar.

Pero, ¿es esta la única razón para dejar la investigación? No, al menos para mi fueron varias: Precariedad laboral, hastío, ansia por seguir creciendo profesionalmente, no limitarme a hacer ciencia desde la bancada, recuperar mis fines de semana...Cada cual tiene la suya, pero todos sentimos lo mismo cuando lo decidimos, vértigo.

1- ¿Me arrepentiré?

No, no conozco a nadie que haya dejado la investigación y se haya arrepentido. Puede que tengas momentos de estrés en los que pienses que estabas mejor en el laboratorio, pero también los tenías en el laboratorio: recuerda cuando estabas terminando la tesis, los deadline imposibles y los experimentos que no salían por más que lo intentaras. Además, cuando te vayas a casa sin una pila de papers por leer y a una hora decente, verás que no todo tiempo pasado fue mejor.

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2- ¿Y si no quiero acabar la tesis para pasar a la privada?

No es necesario acabarla, pero es conveniente. Una tesis demuestra que has estado al menos 4 años diseñando, ejecutando y analizando experimentos, dirigiendo un proyecto, escribiendo papers, justificaciones de becas,...todo esto es muy interesante para los responsables de recursos humanos pues dice mucho de tus capacidades laborales y de trabajar en equipo.
Un doctor es un experto en muchas más cosas que el objeto de su tesis, y esas aptitudes son muy valoradas en la empresa.

3- ¿Tengo que estudiar para pasarme a la empresa?

No necesariamente, depende del tipo de trabajo que te interese desarrollar en la empresa privada pero un postgrado o un master en empresariales, marketing, comunicación o administración (por poner solo unos ejemplos), pueden ayudarte en la transición a tu nuevo puesto de trabajo.

4- ¿Y si me echan de la empresa?

Este es un miedo que tiene todo trabajador, sea investigador o no, durante su vida laboral. Claro que te pueden echar de tu trabajo, con 30, 40 o 50 años y que entonces te sea más complicado encontrar otro puesto, pero puede que no. Las becas y contratos en investigación son temporales, 2, 3 o 4 años a lo sumo y nunca te has planteado no firmarlos por si se acababa. Simplemente, hacías la maleta y buscabas nuevo laboratorio. Pues si estás en la privada y te echan, igual.

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Buscar un nuevo trabajo, hacerte asesor con la cantidad de experiencia y conocimientos que tienes, tirar de la extensa red de contactos que tendrás e incluso montar tu propio negocio. Pero sobre todo, nunca dejes de aprender y estudiar para estar al tanto de lo que se cuece en tu campo, es la mejor manera de demostrar a los de recursos humanos que la edad no significa dejar de aprender y al fin y al cabo, lo llevas haciendo toda tu vida investigadora.

5- ¿Y si no me gusta ninguna de las opciones de trabajo que podría desarrollar en la privada?

Siempre puedes seguir investigando, tanto en la pública como en la privada, porque en la empresa privada se investiga y mucho. Si lo que te interesa es no abandonar la pipeta, no lo hagas. Hasta que no tengas claro qué quieres hacer y cómo hacerlo, no lo hagas.

Dejar la investigación por la empresa privada es un trabajo en sí; búsqueda de opciones y preparación para lo que está por llegar, pero sobre todo ten en cuenta esto: dejar la investigación no es un fracaso, por mucho que te lo digan tus compañeros de laboratorio.

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Las personas que suelen calificar como fracaso a los que dejamos la investigación son aquellas que no conocen mucho más de lo que les ofrece la investigación académica, es lo que conocen, lo que controlan y lo demás es desconocido, nuevo y por tanto, da miedo.

Pero ¿Quién dijo miedo?


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