Los aditivos alimentarios no matan

"¿Cómo puedes comer eso si tiene miles de aditivos?"

Existen corrientes e ideas generalizadas que aseguran que los aditivos alimentarios son nocivos para la salud y deberían ser erradicados en el proceso de elaboración de alimentos. Internet está lleno de páginas que listan aditivos y conservantes en función de si son peligrosos o no, pero realizar una clasificación tan simplista es confuso y en muchas ocasiones erróneo.

La mayoría de aditivos son de origen animal o vegetal por lo que generalizar los aditivos como productos químicos es contradictorio. Desde el momento en el que un compuesto se clasifica en natural o químico se está entrado en una contradicción puesto que todo ser vivo está hecho por compuestos químicos como el clorhídrico que ayuda en la digestión o el glutamato que es un aminoácido esencial presente en las proteínas.


Tomando como ejemplo el aspartamo, uno de los aditivos con peor fama entre los talibanes de la alimentación, comprobamos como según páginas de listado de aditivos, es cancerígeno e ilegal. El aspartamo es un aditivo que produce un sabor dulce, es unas 100 veces más dulce que la sacarosa, o azúcar común, y que se utiliza para edulcorar bebidas y chicles.  Sin embargo, algunos estudios concluyen que el aspartamo podría tener efectos cancerígenos: 

En 2005 la fundación Ramazzinni publicó un estudio en ratas (sólo hembras) y en el que concluía que la ingesta diaria de aspartamo  a una concentración de 20 mg por kilogramo de peso, aumentaba la incidencia de linfomas en dichos animales.

Para alcanzar esa concentración de aspartamo, una mujer de unos 63 kilogramos de peso debería ingerir 3 latas de refresco light al día durante un periodo indefinido de tiempo (se estima que podrían ser unos 8 años que fue el periodo de estudio del trabajo publicado por la fundación Ramazzini). Es decir, un litro de cola light diario durante casi 100 meses podría aumentar el riesgo de aparición de linfomas. 


Ante tales resultados la Agencia Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia para la aprobación de Drogas y Alimentos  de Estados Unidos (FDA) evaluaron los resultados y métodos empleados en dicho trabajo. De éste modo concluyeron que el aspartamo al metabolizarse se separa en ácido aspártico, fenilalanina (de nuevo dos aminoácidos presentes en las proteínas de todo ser vivo) y metanol.  Tres compuestos presentes en muchos alimentos sin aditivos como por ejemplo las manzanas; la ingesta de manzanas produce una cantidad de metanol en el cuerpo similar a la de la ingesta de aspartamo y fácilmente absorbido y eliminado por el hígado.

Además, la FDA revisó el trabajo de la fundación Ramazzinni, a pesar de que los autores del estudio sólo proporcionaron resultados parciales y no toda la investigación, y concluyeron que ninguno de los cambios histopatológicos (cambios en los tejidos debidos a una enfermedad) observados en los animales tratados podían relacionarse con la ingesta de aspartamo ya que muchos de estos cambios se produjeron espontáneamente. Es decir, no había ningún tipo de evidencia que sugiriera que estos cambios se produjeron por el tratamiento y no por los cambios típicos de la senectud de estos animales.



Sin embargo, en 2010 la misma fundación publicaba estudios similares apoyando su teoría que enlaza la ingesta de aspartamo con una mayor incidencia de linfomas. De nuevo, la agencia  EFSA evaluó dichos trabajos y concluyó que la relación que se realizó en los trabajos no era concluyente puesto que los diseños experimentales eran deficitarios y erróneos. Además, la EFSA estimó que la tasa diaria de ingesta de aspartamo era aceptable hasta un nivel de 40 mg/kg de peso sin ningún riesgo.

Es, por tanto, muy importante incluir todos y cada uno de los estudios que se realizan sobre cada aditivo. Resulta muy confuso leer páginas de listados de aditivos en el que se asegura que cierto aditivo es cancerígeno y enlazan a dos trabajos ya refutados, sin incluir muchos otros estudios que afirman lo contrario y que suelen ser, en la mayoría de casos, más numerosos y actuales.

Los aditivos alimentarios aprobados por la EFSA y la FDA no matan, no producen cáncer ni mataron a Kennedy. Es muy importante leer con actitud crítica todo lo que se publica (sobre todo en internet, incluido este blog). Si bien es cierto que los aditivos alimentarios pueden producir reacciones alérgicas, otros alimentos sin aditivos y más naturales como la leche también las producen.



No todo es blanco o negro, cualquier compuesto del mundo puede matar dependiendo de la concentración a la que se use, incluida el agua. A lo que llamamos veneno es aquello que mata a concentraciones muy bajas. 

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