La homosexualidad no es una enfermedad - 4 datos científicos que lo confirman.

He dudado mucho respecto a publicar o no este post, ya que no se ajusta completamente al tema del blog. Sin embargo, día tras día leo y escucho comentarios en contra de la homosexualidad recubiertas por falsos datos científicos. Así que intentaré por primera (y espero que última vez) aunar todas las ideas y opiniones refutándolas con datos científicos publicados y verificables.

1- "La homosexualidad se puede curar con tratamiento" - cardenal Fernando Sebastián.

El primer error de estas declaraciones del cardenal español Fernando Sebastián es considerar la homosexualidad como enfermedad. En 1990 La Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró la homosexualidad de la lista de enfermedades mentales, aunque ya desde 1973 la comunidad científica estableció la falta de criterio para definir la orientación sexual hacia personas del mismo género con una enfermedad.

Este lunes, Pere Estupinya aunó, en un magnífico post, los artículos y publicaciones que trataban la homosexualidad desde el punto de vista psiquiátrico allá por los años 60 y 70. Resumiendo (aunque recomiendo encarecidamente la lectura de su blog "Apuntes científicos desde el MIT") los sujetos de los estudioe eran mayoritariamente personas homosexuales que voluntariamente se sometían a tratamientos de electroshock y terapias de aversión con apomorfina para producir respuestas negativas cuando se les presentaban imágenes de personas del mismo sexo. El resultado fue negativo puesto que aunque los sujetos al estudio deseaban cambiar, no dejaban de sentirse atraídas por personas de su mismo sexo.

Escena de la segunda temporada de American Horror Story en la que Lana 
(Sarah Paulson) recibe tratamiento de aversión para "curar" su homosexualidad.

John Bancroft, autor de numerosos estudios de reorientación sexual y director del Kinsey Institute, declaró en 2012 que "las terapias de reorientación no funcionan (...) las terapias hoy en día deben dirigirse a la aceptación y no en la corrección del homosexual". Además, Sigmund Freud en sus "Tres ensayos de teoría sexual" derivaba la homosexualidad de la bisexualidad psíquica, común a todos los seres humanos y decía que intentar transformar un homosexual en heterosexual, era tan imposible como intentar transformar un heterosexual en homosexual.

Así pues, podemos concluir que la desafortunada frase del cardenal Sebastián es una opinión, no un dato científico, y que además es errónea.

2- "La cría de hijos por parejas homoparentales tiene efectos nocivos en los niños" -  National Association for Research and Therapy of Homosexuality (NARTH) y American College of Pediatricians. 

La American College of Pediatricians (ACPeds) es una organización religiosa de carácter político conservador y que nada tiene que ver con la American Academy of Pediatrics. En su página web se definen como una organización de pediatras de valores tradicionales juedo-cristianos que aúna entre 60 y 200 miembros.  Esta organización, además de posicionarse en contra de la adopción por parejas homosexuales, se oponen también a la vacunación contra el virus del papiloma humano y al aborto. Por otro lado, sostienen que la mejor educación sexual para los jóvenes es la abstinencia y apoyan el castigo físico como refuerzo del comportamiento positivo en los niños.

Mientras que la American Academy of Pediatrics (AAP) aúna a 60.000 pediatras y profesionales de la salud con más de 300 publicaciones entre las que se incluyen guías para el tratamiento del asma en jóvenes. Además, proponen una serie de exámenes anuales para educar en la seguridad de las armas de fuego a los niños y controlar los posibles comportamientos suicidas en los adolescentes. Éste último punto puede resultar extraño en países con un mayor control de armas, pero en Estados Unidos cada año mueren unos 100.000 adolescentes por armas de fuego, un tercio de estas muertes está relacionada con el suicidio.

Una vez establecidas las ideas políticas de una y otra organización, podemos comprender la controversia que existe entre ambas al respecto de la cría de hijos por parte de parejas homoparentales. Por un lado la ACPeds sostiene que la exposición de los niños al estilo de vida homosexual puede aumentar el riesgo al daño emocional, mental e incluso físico. Mientras que la familia formada por padre y madre otorgará al niño una protección y educación complementaria, ya que la biología del hombre y la mujer son muy diferentes.



Ante estas afirmaciones, la AAP, la American Psychological Association y la Canadian Psychological Association publicaron varias declaraciones en las que sostenían que la publicación de la ACPeds no tenía carácter científico dado que están mal interpretando de los resultados de la investigación psicológica para apoyar sus posiciones, basadas en sus propios sistemas de creencias o valores.

Sin embargo, estas organizaciones no se basaron únicamente en refutar el estudio de la ACPeds, si no que realizaron sus propios estudios con resultados muy diferentes a los publicados por la ACPeds:

 - En 2006 la American Psychological Association escribió en la revista Pediatrics: "

"Más de 25 años de investigación han documentado que no existe una relación entre la orientación sexual de los padres y cualquier medida emocional, psicosocial y de ajuste del comportamiento de un niño. Estos datos han demostrado que no hay ningún riesgo para los niños en crecer en una familia con uno o más padres gay. Adultos conscientes y cuidadosos, sin importar si son hombres o mujeres, heterosexuales u homosexuales pueden ser excelentes padres. Los derechos, beneficios y protecciones del matrimonio civil pueden reforzar aún más estas familias."

 - También en 2006 Gregory M. Herek, profesor de psicología de la Universidad de California Davis, publicó en la revista de American Psychologists:

"A pesar de la considerable variación en la calidad de muestras, en el diseño de la investigación, en los métodos de medición y en las técnicas de análisis de datos, los resultados hasta la fecha han sido bastante consistentes. La investigación empírica hasta la fecha no ha logrado encontrar vínculos entre el bienestar de los niños y la orientación sexual de sus padres. Si los padres gays, lesbianas o bisexuales fueran inherentemente menos capaces que los padres heterosexuales, sus hijos evidenciarían problemas independientemente del tipo de muestra. Este patrón claramente no se ha observado. Dado los consistentes fracasos en esta literatura de investigación, considerando la carga de la prueba empírica, la hipótesis de aquellos que argumentan que los hijos de los padres de minorías sexuales están en peores condiciones que los hijos de padres heterosexuales, es nula."

 - Finalmente, la Canadian Psychological Association publicó en 2004 y también en 2006:

 "La creencia de que los adultos gays y lesbianas no son buenos padres, o que el desarrollo psicológico de los niños de padres gays o lesbianas está comprometido, no tiene bases en la ciencia. Nuestra posición se basa en una revisión que representa aproximadamente 50 estudios empíricos y por lo menos otros 50 artículos y capítulos de libros."

Por tanto podemos concluir que las afirmaciones de la ACPeds son opiniones disfrazadas de datos científicos y que además son erróneas.

3- "El cerebro de los homosexuales es diferente" - Simon LeVay

En 1991 Simon LeVay del Salk Institute estudió la anatomía cerebral de 19 hombres que habían muerto a causa del SIDA (y que LeVay asumió como homosexuales) y 16 hombres heterosexuales. En su trabajo publicado en Science, LeVay afirma haber encontrado diferencias significativas en la región del hipotálamo INAH3. Esta región se conoce también como el núcleo de dimorfismo sexual, ya que en él se encuentran las células que se cree que controlan el comportamiento sexual en animales. 

Uno de los principales sesgos en el trabajo de LeVay fue asumir que los hombres que murieron de SIDA eran, necesariamente, homosexuales. Otro sesgo proviene del hecho de estudiar cerebros de personas que padecieron SIDA, ya que los pacientes con un sistema inmune deprimido frecuentemente padecen otras enfermedades y deben recibir diversos tratamientos que afectan al volumen del INAH3.  



El estudio de LeVay ha sido refutado en numerosas ocasiones, entre los críticos con el trabajo de LeVay se encuentran Sandy Zetlan de la Universidad de Wisconsin y Richard Nakamura, ex director del National Institute of Mental Health: "Es necesario un gran esfuerzo para convencerse del enlace que existe entre esta estructura neuronal y la homosexualidad".

No existe evidencia científica que apoye la teoría de que los hombres homosexuales posean un cerebro similar al de las mujeres heterosexuales o las mujeres homosexuales un cerebro similar al de hombres heterosexuales, lo cual aún si fuera cierto, no serviría para explicar las conductas "pasivo-activo" que erróneamente se atribuyen a los miembros de una pareja homosexual. Al igual que no en todas las parejas heterosexuales existe un elemento sumiso y uno dominante, lo mismo ocurre con las parejas homosexuales. Por lo que esta afirmación además de errónea, no tiene base científica.

4- "La homosexualidad se basa en los genes" -Bailey y Pillard

En 1991 Bailey y Pillard analizaron el comportamiento de gemelos idénticos y establecieron que el 52% ambos hermanos eran homosexuales. Lo que explicaba, según los autores, la existencia de un gen de la homosexualidad pues los gemelos idénticos comparten el 100% de sus genes.

En el caso de haber un gen de homosexualidad que compartieran estos gemelos, si uno de ellos era homosexual, por genética tendría que serlo también su hermano. Pero en el 48% de los casos no fue así. Además, un sesgo importante que realizaron Bailey y Pillard en su estudio fue el de utilizar gemelos criados en la misma casa y entorno, por lo que no se puede establecer qué porcentaje de homosexualidad se relacionaría con los genes y qué porcentaje con el entorno y la experiencia vital.

La Australian Twin Registry estableció años después que el porcentaje de gemelos idénticos en los que ambos hermanos eran homosexuales era de 20 al 37%. Lo cual no concordaría con las leyes de la genética Mendeliana.

En 1994 Dean Harmer del National Cancer Institute estudió 40 parejas de gemelos idénticos en los que ambos hermanos eran homosexuales y concluyó que el gen Xq28 influía en la orientación homosexual, sin embargo, en su estudio se establece que este gen tan sólo está presente entre el 5 y el 30% de los hombres homosexuales.

Suponiendo que este gen influyera en la orientación sexual, no habría explicación genética para el resto de hombres homosexuales (entre un 70 y un 95%).  Además, el cromosoma X, dónde reside el Xq28, se hereda de la madre, por lo que mujeres homosexuales necesariamente tendrían siempre hijos homosexuales, lo cual no es cierto.

En 1995 se intentó replicar el estudio de Harmer en la Universidad Western Ontario sin resultados, por lo que Harmer finalmente declararía: "La homosexualidad no es puramente genética… El medio ambiente también juega un papel… No creo que seremos capaces de predecir quién tendrá homosexualidad y quién no".


Para concluir me gustaría añadir que la homosexualidad no es una enfermedad, es una orientación sexual tan válida como cualquier otra. Sólo los prejuicios y la desinformación da carácter de enfermedad a un estilo de vida.

La homosexualidad no mata, la homofobia sí.


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