Los humanos no somos tan especiales

El otro día estuve viendo un "perturbador" debate sobre si la humanidad sigue evolucionando o por contra está involucionando para convertirnos en seres más inútiles y con menor capacidad intelectual. Digo perturbador debate porque entre los afines a la involución humana se encontraban dos escritores, intelectuales de humanidades que basaban su teoría en los numerosos casos de estupidez que se puede encontrar por youtube en los que, en la mayoría de los casos, chicos jóvenes arriesgan su vida por salir en internet.


Asimismo, los involucionistas aseguraban que el tremendo avance tecnológico nos ha hecho más inútiles rememorando así la teoría de una futura rebelión de las máquinas como vimos en la trilogía de Terminator. El caso es que si bien considero que la especie humana no es única en el reino animal, son los propios humanos los que han desarrollado esa tecnología, la misma humanidad que levantó monumentos como las pirámides o los rascacielos, esa misma humanidad es la única especie del mundo capaz de cambiar el entorno para su supervivencia en lugar de cambiar sus hábitos poco medioambientales. Sin embargo, la evolución no es una opción, es algo que se ha desarrollado y desarrollará en la naturaleza desde el virus de la gripe que muta cada año obligando a la vacunación hasta los primates que diseñan y utilizan herramientas.



Los mamíferos no somos especiales, tuvimos la tremenda suerte de sobrevivir al cataclismo que acabó con los dinosaurios y a partir de ahí nos hicimos los amos del lugar, sino habríamos sido como esos visitantes de Jurassic Park, siendo devorados uno tras otro.  Pero sobrevivimos y evolucionamos, y como los humanos inventamos el arte y la tecnología, creemos que somos la única especie capaz de sentir emociones y expresar sentimientos por nuestra capacidad intelectual. Aquí, de nuevo la ciencia nos pone en nuestro lugar. 



En 2010 Brian Hare y su grupo de la Universidad Duke vieron como los bonobos, o chimpacé pigmeo, mostraban empatía al liberar de la jaula a un bonobo desconocido para compartir la fruta. Los bonobos podían haberse comido toda la fruta y dejar al extraño en su jaula, pero una vez vieron que podían liberarle, lo hicieron.




La empatía no es exclusivo de los primates, en el video anterior se pueden observar (a partir del minuto 2:30) los experimentos del grupo de Peggy Mason en la Universidad de Chicago en los que muestran como las ratas, sí las ratas esas "cosas" que repudiamos por antihigiénicas y que limpian nuestras alcantarillas, muestran una empatía similar a la de los primates o humanos. Los chimpancés y los elefantes son capaces de cooperar en tareas que requieran más de un individuo e incluso los monos capuchinos son capaces de discernir la ecuanimidad en una situación de injusticia, todo esto lo sabemos gracias al trabajo de Frans de Waal y su grupo en la Universidad de Emory resumido en este vídeo.

Hay multitud de ejemplos animales con comportamientos que creíamos puramente humanos. Así, vemos como existen animales homosexuales de todo orden, desde las chinches hasta los elefantes. Animales hijos de p... como los delfines que violan en grupo o el Kea, el loro que destroza coches y tira piedras a los senderistas por pura diversión. 

Visto lo visto y comprobando como anda la humanidad hoy en día parece que los animales pueden mostrarnos un poco de la inteligencia emocional que estamos perdiendo.

Comentarios