Premios Goya 2012

Ayer se celebró la XVII edición de los premios Goya de la Academia del Cine Español, una gala larga y, en mi opinión, demasiado reivindicativa.

Y digo "demasiado reivindicativa" porque aunque estoy de acuerdo con todas y cada una de las reivindicaciones, no creo que por más que cada actor y director salga a hablar contra los recortes, estos se vayan a parar. Tampoco creo que cale el mensaje de protección del cine español en un ministro cuyo mayor logro hasta el momento ha sido el de querer "españolizar a los niños catalanes".

No entiendo como la Academia pide a los invitados contención a la hora de lanzar discursos políticos en la gala, pero le plantan un guión a Eva Hache que bien podría ser un monólogo El Gran Wyoming en El Intermedio. O como el director de la Academia llora por la ley Sinde y por el 21% de IVA pero se revuelva en su asiento cuando la presentadora de la gala hace bromas sobre la familia real.

Recortes e IVA aparte, tengo que agradecer el hecho de que hagan una gala sin anuncios lo que la hace más llevadera, aprovechando los premios más desconocidos para ir al baño.

Eva Hache me gustó, aunque por mucho que lo intente nunca será Ellen DeGeneres, también me gustó el homenaje a Concha Velasco en un video a la "eterna chica ye-yé" aunque en su discurso se le vio demasiado desencantada con los Goya y sobretodo con la Academia. Tranquila Concha, no eres la única. El grandísimo Pedro Almodóvar ganó dos Óscar, dos Globos de Oro, tres César y cuatro BAFTA en un tiempo en que la Academia Española le ignoraba en sus premios. Tuvo que venir Alex de la Iglesia para poner cordura y mediar entre uno de los mejores directores del cine español y su propia Academia, eso sí, el peloteo excesivo de ahora me indigna casi tanto como los años de ostracismo. El trailer de Los Amantes Pasajeros, su reparto y su director son reclamo suficiente para ir a verla sin necesidad de que nos cuelen el anuncio de la película a media gala.

Parece que la nueva generación de cineastas españoles ha conseguido renovar nuestro cine y por tanto su academia. El hacer una película ambientada en la Guerra Civil ya no es sinónimo de premio, y por primera vez en mucho tiempo no había ni una sola película sobre el franquismo o la guerra entre las candidatas, que me gustan pero al igual que las reivindicaciones, en su justa medida. En su lugar encontramos películas tan diferentes como Blancanieves (10 premios), Lo Imposible (5) o Grupo 7 (2). 

Como sobre las películas ganadoras se hablará ampliamente en los periódicos, prefiero centrarme en las que no han ganado o ni si quiera han nominado. Siento que con Fernando Trueba se está cometiendo una injusticia tras otra desde que hace 20 años ganara el Goya al mejor director por Belle Époque, aunque no he visto todavía El Artista y la Modelo seguro que no merecía irse de vacío. Como también se fue la familia León, y eso que en Carmina o Revienta trabajan casi todos, no es un peliculón pero es divertida, entretenida y demuestra que hay otras formas de estrenar y exhibir películas más allá del circuito comercial y que con una buena (y justa) distribución online, se puede recaudar mucho más de lo invertido.

Para finalizar una de cal y otra de arena. Alegría por el premio a Juan de los Muertos como mejor película Iberoamericana del 2012, jamás pensé que una película de zombies cubana llegara a imponerse a películas dramáticas de las que tanto gustan a los académicos, y tristeza por Nacho Vigalondo, el cual a pesar de recibir varios premios internacionales y contar con película estrenada en 2012 (Extraterrestre) ni si quiera invitaron a la gala. 

El cine español se está renovando gracias a cineastas como Vigalondo, Berger, J.A. Bayona, Daniel Sánchez Arévalo, Rodrigo Cortés, Balagueró o Paco Plaza. Pero las viejas manías de la academia de sobrevalorar el drama por encima de la comedia o el cine de terror, de pedir leyes antidescarga en lugar de mejorar la distribución online, y sobretodo ignorar a cineastas que tanto le dan a nuestro cine puede prorrogar la delicada situación financiera de este sector y condenarlo a la endogamia.