El Universo como holograma

En su intención de reinventarse constantemente, el cine ha estado atento a los avances tecnológicos como el 3D o los hologramas.

El 3D empezó a usarse en la exposición de la película "The Power of Love" en 1922. La percepción de imagen tridimensional se consiguió proyectando dos imágenes ligeramente separadas en diferentes colores; la imagen de la izquierda, en rojo sería captada por el ojo izquierdo mediante las rudimentarias gafas rojo-azul de la época, mientras que la imagen derecha, en azul, sería captada por el ojo derecho. Estos estímulos acabarían, tras un largo recorrido por el sistema visual, en el cerebro el cual tomaría las imágenes captadas por ambos ojos y las interpretaría como imágenes tridimensionales.

La grabación de películas en 3D ha cambiado mucho desde 1922, pasando de usar dos imágenes en dos colores por el uso de dos cámaras pegadas que graban las escenas separadas por centímetros. Sin embargo, conviene destacar que el principio del 3D en el cine se remonta a casi veinte años.

Algo parecido ocurre con los hologramas. La holografía no es más que la proyección de imágenes tridimensionales, sin embargo, a diferencia del 3D la exposición holográfica se produce tras iluminar una película fotosensible en el que se encuentra la imagen grabada mediante un láser.

Cualquier fan de "Star Wars" que lea esto se acordará del mensaje que la Princesa Leia grabó en forma de holograma dentro de R2D2.



Aunque los hologramas no han tenido el éxito suficiente en el cine, numerosos físicos y astrofísicos del mundo sostienen que el Universo sería en sí mismo un holograma.

Vaya por delante que yo de física entiendo lo mismo que de mecánica de tractores, pero intentaré explicar lo que he comprendido de esta teoría lo mejor que pueda.

En los años 90 Gerard't Hooft propuso la teoría del universo como holograma, teoría basada en los estudios sobre agujeros negros de Stephen Hawking en los años 70 y adoptada por los estudiosos de la teoría de cuerdas como Leonard Susskind.

La teoría holográfica sugiere que cuando un objeto es tragado por un agujero negro y desaparece, su información queda atrapada en su superficie bidimensional. De esta forma, la realidad del objeto es un código impreso en dos dimensiones (¿En bits, pixels, código binario? aquí es donde me empiezo a perder).
La proyección holográfica se produciría cuando la luz incidiera sobre la superficie bidimensional del agujero negro, donde se encuentra la información del objeto tragado por el mismo. De este modo, el mundo que conocemos no sería más que la proyección en 3D de una realidad en 2D que se produjo en un universo tragado por el agujero negro.



De ser cierta esta teoría, podríamos plantearnos muchas cuestiones: ¿Es real el mundo en el que vivimos cada día o no es más que una representación de lo que ya hicimos? ¿Tienen razón los gurús del universo predestinado y no tenemos nada que hacer, no podemos cambiar nada? ¿Si no es real para qué seguir trabajando, pagando facturas y luchando para que nuestros derechos no sean pisoteados en una crisis que parece infinita?

Sea como fuere, la idea de que estamos representando de forma tridimensional lo que ya vivimos en un universo bidimensional sería contrario al principio del cine donde se proyectan recreaciones en 2D o 3D de un mundo en 4D (x,y,z y el tiempo). Aunque, para ser sinceros, la idea de estar en una gran película universal con millones de actores en el que no parece existir guión tampoco es que me desagrade. 

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